En 'el sur' se entiende que está
profunda en injustamente extendida la idea en 'el norte' de que éste
es un pueblo algo vividor, irresponsable (que no supo ahorrar) y no sé
cuántas barbaridades más. Probablemente haya tales irreverentes e
intolerables pensamientos e idealizaciones en casos puntuales, pero
debemos negarnos a pensar en que esto es una generalidad. Porque
admitir que esto es lo que piensan en el norte de, por poner un claro
ejemplo de sur, Andalucía, significa que no conocen nada de
esta mágica tierra.
No trata esta historia de menospreciar
a los muy válidos e iguales pueblos nórdicos, sino de ejemplarizar,
exponiendo los valores de una rebajada y claramente diferenciada (en
lo económico) región sureuropea.
El sur sufre un paro endémico que nada
tiene que ver con su espíritu trabajador y luchador. El sur sufre,
además, el estigma de una falta de adaptación al liberalismo
imperante. El sur sabe (y mucho) de números, pero sabe mucho más de
pasión, de arte y de vida. Sabe de gente, de sol y de tierra. El sur
sabe de trabajar con aspereza, de sudor, de jornales, de tierras y
mar.
¿Dónde si no podría haber nacido un
genio como Federico García Lorca? Un granadino incomparable. El
poeta y dramaturgo que atenaza los corazones. El hombre que vivirá
eternamente a pesar de que fue vilmente fusilado. Hay muchas
lágrimas que llevan su firma; e incluso hay distinguidos renglones
en su honor. Precisamente los de un talento sevillano, Antonio
Machado, que rezaba a su muerte en el conocido: "El crimen fue
en Granada: a Federico García Lorca".
Podemos quedarnos en la extensa y rica
geografía andaluza y toparnos con una personalidad que descansa en
eternas imágenes, el malagueño Pablo Picasso, uno de los más
prolíficos, internacionales e influyentes artistas del siglo XX.
Definitivamente nos quedaremos en
Andalucía, y disfrutaremos de la música, del flamenco, del
prestigioso maestro de la guitarra Paco de Lucía.
En el sur se superará esta etapa de
crispación y profundo malestar. El sur se sobrepondrá a todo esto
que le ocurre a la clase trabajadora a causa de las malas decisiones
de otras personas y de la desindustrialización general en España. Y
cuando todo esto pase, ahí seguirán la Mezquita de Córdoba (antaño
una de las ciudades más influyentes en lo cultural, político y
económico), la Alhambra de Granada, la Giralda, la Torre del Oro,
Medina Azahara, la Alcazaba, las letras, el grandioso litoral, la
pasión flamenca y el cante jondo, la Alpujarra y su jamón, el
estilo de vida, el aceite de oliva de Jaén, el Jerez, el agua de
Lanjarón... y tantos y tantos motivos para sentir un profundo
orgullo y fascinación por el sur.
Cuando este triste periodo se largue no
hará falta incentivar y promocionar marcas. Porque el sur habla, se
respira, siente y se escucha diferente.
Bonitas palabras sobre Andalucía.
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